El Gobierno ve «legítima» la propuesta de Urkullu para avanzar hacia la España plurinacional
El ministro en funciones de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, considera «legítima» la propuesta lanzada este jueves por el lehendakari vasco, Íñigo Urkullu, de celebrar una convención constitucional para reinterpretar la Carta Magna en materia territorial, avanzar hacia la España plurinacional e intentar satisfacer así reivindicaciones del nacionalismo.
Bolaños pone en valor la propuesta de Urkullu porque busca «puntos de equilibrio» y de «acuerdo entre diferentes, dentro del marco constitucional», aunque ha reiterado que no corresponde con la posición del Gobierno. «Aún no siendo nuestra propuesta, todo lo que suponga aportaciones al debate creo que siempre es positivo» al tiempo que se ha mostrado partidario de un «debate constructivo» en el que todo el mundo sea consciente de que hay que entenderse «entre diferentes».
En una tribuna publicada en El País este jueves, Urkullu, que ayer mantuvo una conversación telefónica con el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, en el marco de la ronda de contactos para los apoyos a la investidura, propone una «convención constitucional» que permita pactar «una interpretación de la Constitución sobre aquello que no ha resuelto»: la cuestión territorial», y sin que haya modificación previa de la Carta Magna.
Urukullu explica que la figura de la «convención constitucional» es un recurso utilizado en la cultura política anglosajona y para su aplicación en España «no habría impedimento expreso».
Se trataría, dice, de una convención constitucional «limitada o específica» para actualizar la interpretación de la Constitución sobre la cuestión territorial. «No sería una fórmula mágica ni un camino expedito, pero podría abrir nuevas posibilidad de desarrollo futuro», subraya.
En opinión del lehendakari, esta iniciativa «novedosa y viable» plantea un doble pacto: un acuerdo de bases para la convocatoria y desarrollo de la convención sobre el autogobierno incluyendo principios como el cumplimiento íntegro de los marcos estatutarios y la bilateralidad y celebrar una convención en el plazo de un año para «analizar el alcance actual y futuro de la disposición adicional primera de la Constitución, el autogobierno de las comunidades de raíz foral e incluso el de las nacionalidades históricas».
Íñigo Urkullu entiende que ahora se abre la posibilidad de «evolucionar progresivamente» si bien es consciente de que el pacto «no se puede imponer al Estado». «Las dos partes deben estar de acuerdo y han de actuar con un compromiso de lealtad recíproca. No queremos imponer nada a nadie, pero tampoco podemos aceptar que se impida al pueblo vasco manifestar su voluntad», admite en el artículo.
El Govern, en contra
La propuesta de Íñigo Urkullu no ha gustado en el Govern de la Generalitat de Cataluña. La consellera de la Presidencia Laura Vilagrà, ha insistido en que la propuesta del Govern no es una España como nación de naciones, sino la amnistía y la autodeterminación. «Nuestro marco es otro», ha dicho en una rueda de prensa tras la reunión que han mantenido este jueves el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el alcalde de Girona, Lluc Salellas.
Vilagrà ha asegurado que el Ejecutivo catalán defiende una negociación «de gobierno a gobierno», aunque ha mostrado su respeto por la propuesta del lehendakari. «La mayoría social y política en Cataluña apuesta por la autodeterminación y la amnistía, y por tanto este es el marco de negociación que planteamos», ha subrayado.
Andalucía también
La propuesta de Urkullu, legitimada por el Gobierno, también a soliviantado a la Junta de Andalucía.El consejero de Justicia, Administración Local y Función Pública, José Antonio Nieto, la ha enmarcado en una situación donde «hay un Gobierno de España débil que no entiende que se tiene que tratar igual a todos los ciudadanos sean de donde sean» y, en consecuencia, «nos encontramos con agravios».